24 AÑOS DE UNIVERSIDAD PÚBLICA PROVINCIAL

PRIMERA GENERACIÓN, ACCESO Y FUTURO

24 AÑOS DE UNIVERSIDAD PÚBLICA PROVINCIAL

El bioingeniero Aníbal Sattler, dos veces rector de la Universidad Autónoma de Entre Ríos y recientemente reelecto decano de una de sus facultades, dialogó con La Mala. “Sé lo que significa la educación pública superior para las familias trabajadoras porque ha sido mi propia experiencia de vida”, expresó.

A contrapelo de lo que pasaba en el escenario nacional, en plena crisis de la convertibilidad y la deuda externa, el 8 de junio de 2000 el Estado entrerriano creó formalmente (Ley N° 9250) la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), poniendo bajo su órbita a más de veinte instituciones de enseñanza superior (institutos y escuelas terciarias) que existían previamente.

A partir de entonces comenzó un largo proceso de construcción institucional que se continúa hasta el día de hoy y que, a pesar de sus muchas dificultades y tensiones, ha permitido a miles de jóvenes entrerrianos y entrerrianas convertirse en la primera generación de profesionales de sus familias.

SATTLER, EL PRIMERO

Doce años pasaron desde que la UADER convocó a la primera elección democrática de sus máximas autoridades. Fue entonces cuando el bioingeniero Aníbal Sattler, que había sido electo decano de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud (FCVyS),fue elegido como el primer rector de esta universidad por la Asamblea Universitaria.

Para entonces la UADER ya contaba con cuatro facultades, una importante extensión territorial por toda Entre Ríos y un proceso de adecuación de carreras y planes de estudio frente a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) que fue culminado en los mandatos de Sattler como rector, quien dejó aprobado al cumplir sus períodos el Plan de Desarrollo Institucional.                                                   

“Cada rol que he desempeñado en la UADER ha sido una responsabilidad en la que me he comprometido de la mejor manera posible. Por supuesto, ser elegido el primer rector tras la normalización fue un orgullo muy grande y un desafío enorme por todo el camino institucional que teníamos por delante. Soy hijo de la educación pública, primaria, secundaria y terciaria, y primera generación de profesionales de la familia. Elegí la docencia y el mundo académico como mi ámbito de desarrollo profesional después de algunos años desempeñarme en el sector privado. Sé lo que significa la educación pública superior para las familias trabajadoras porque ha sido mi propia experiencia de vida y porque lo veo en los miles de estudiantes que se han egresado a lo largo de estos años en nuestra universidad”, expresó Sattler.

“Los primeros años de gestión fueron muy intensos porque había que consolidar la estructura institucional de la nueva etapa que iniciábamos, como conformar el Consejo Superior y convocar la Asamblea Anual que son las estructuras medulares de la democracia universitaria. Asimismo, teníamos que dotar a la UADER de legitimidad dentro del sistema universitario nacional, porque siempre las universidades provinciales cuentan con ciertas desventajas (…) En poco tiempo logramos que UADER esté totalmente integrada al Consejo Interuniversitario Nacional, acceder a programas y financiamiento de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación y que sea activa dentro de algunos espacios, como la Red de Universidades Provinciales y la Red de Extensión Universitaria. Además, fuimos muy activos en la creación de la Red Interuniversitaria de Género y la Red Interuniversitaria de DDHH”, destacó el bioingeniero.

Territorialidad, derechos humanos y género fueron los ejes que se promovieron durante las gestiones de Sattler, constituyendo una de las universidades más proactivas en estos temas dentro sistema nacional. Decenas de proyectos de extensión se desarrollaron en toda la provincia, la UADER fue la primera de todas las universidades públicas del país en adherir a la Ley N°27.499 conocida como “Ley Micaela” y fue la sede del primer encuentro interuniversitario de derechos humanos realizado en nuestro país, por mencionar algunos hitos.

“El desafío es que la universidad alcance altos estándares académicos y científicos sin perder presencia en el territorio, ni desconectarse de los problemas de la comunidad”

“Estoy convencido de que la educación superior es un derecho humano que contribuye no sólo al desarrollo individual sino, también, al crecimiento de toda la sociedad por lo que siempre trabajamos para lograr excelencia académica y, a su vez, mucha presencia territorial a través de programas y acciones de extensión. El desafío es que la universidad alcance altos estándares académicos y científicos sin perder presencia en el territorio, ni desconectarse de los problemas de la comunidad. Por ejemplo, a la vez que creamos la primera y única carrera de ingeniería que hay en UADER y acreditamos las primeras carreras de posgrado, desarrollamos políticas de integración y cooperación con la comunidad desde las cuales promovimos la presencia de los y las estudiantes en barrios de alta vulnerabilidad para sus prácticas profesionales”. 

PRIMERA GENERACIÓN

Se estima que alrededor de 30 mil estudiantes dan vida a las aulas de la universidad, desparramadas por más de quince localidades de la provincia entre sedes y extensiones áulicas. La inmensa mayoría de esa población es entrerriana y alrededor del 70%, primera generación universitaria en sus familias.

“Como todas las universidades públicas, la UADER tiene en sus aulas a estudiantes que vienen de distintas realidades sociales, pero, mayoritariamente, tenemos jóvenes de nuestra provincia que son la primera generación de universitarios de sus hogares. Que nuestras sedes no tengan una dimensión tan masiva como en otras casas de altos estudios permite a los equipos de gestión y a los docentes tener otro vínculo y comprender más pormenorizadamente las dificultades y potencialidades de cada estudiante. Y, por supuesto, cada graduado o graduada representa una alegría muy grande, porque expresa el sacrificio familiar y, también, la inversión social, porque cada entrerriano contribuye al sostenimiento de nuestra universidad pública provincial. Creo que UADER es la universidad de las oportunidades para nuestra juventud y para muchísimas personas que pudieron comenzar sus estudios superiores en la adultez y encontraron en la universidad un lugar de puertas abiertas”, expresó Sattler.

Es cierto que la universidad es la llave de movilidad social ascendente más importante en nuestro país, pero no es menos cierto que sólo funciona cuando las familias trabajadoras pueden acompañar económicamente los trayectos educativos o cuando les estudiantes pueden tener trabajos cuyos salarios les permitan invertir tiempo en estudio.

“Sabemos que el contexto actual, donde se ha deteriorado el ingreso de las familias de trabajadores y de las clases más populares, conspira contra la permanencia de los estudiantes en el sistema universitario, especialmente para aquellos que se tienen que trasladar de su ciudad natal o se ven obligados a desempeñarse en trabajos que son incompatibles con la dedicación que demanda una carrera de grado. Por esa razón, las políticas de ingresos impactan directamente en la realidad de nuestra población y, por supuesto, nos preocupa”, puntualizó el funcionario universitario.

ESTUDIAR LA VIDA Y LA SALUD

Hace menos de un mes Aníbal Sattler fue reelecto como decano de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud (FCVyS), una de las cuatro unidades académicas que tiene la universidad entrerriana. Allí se estudian carreras como las licenciaturas en Higiene y Seguridad Laboral, en Producción de Bioimágenes, en Enfermería y en Actividad Física y Deporte; y las tecnicaturas en Prótesis Dental, Podología y Análisis Clínicos, entre otras.

Respecto a su trayectoria en la FCVyS, Sattler contó: “En esta facultad di mis primeros pasos como docente y le tengo un afecto particular. Además, es una facultad muy fuerte simbólicamente porque allí estudiaba Micaela García cuando fue su femicidio, por lo que buscamos que ese hecho nos marque un rumbo institucional y nos aliente a no perder de vista el compromiso con la temática de género y los derechos humanos. Hoy le estamos dando mucho lugar a todo lo que se vincula a discapacidad y derechos de las personas adultas mayores, porque son dos cuestiones que tienen mucho vínculo con nuestra oferta académica y, además, abordan a los grupos especialmente vulnerables en nuestra sociedad. También tenemos muchísimo trabajo en articulación con gobiernos locales, incluso en ciudades donde no hay sedes”.

“Es un contexto complejo para la gestión, pero sin embargo nuestro compromiso y nuestra experiencia se enfocan en construir y fortalecer una universidad popular”

La segunda gestión que asume Sattler al frente de la facultad coincide con un contexto álgido de discusión política por la educación pública en el marco del reciente ascenso al gobierno de Javier Milei. Reclamos, negociaciones y movilizaciones son parte de un escenario general que también ha permeado al ámbito universitario en los últimos meses.

“Es un contexto complejo para la gestión, pero sin embargo nuestro compromiso y nuestra experiencia se enfocan en construir y fortalecer una universidad popular, que esté comprometida con la realidad social que nos toca atravesar. Esto es algo que tiene que permanecer y profundizarse más allá de las perspectivas o posicionamientos políticos que tenemos las personas que ocasionalmente ocupamos lugares de decisión o de los colores políticos de los gobiernos de turno. La universidad pública es patrimonio de todo el pueblo entrerriano y tiene que estar al servicio de sus necesidades y del desarrollo de las potencialidades provinciales y de cada municipio. Así que, a pesar de todo lo que está sucediendo, todos los días trabajamos por ese proyecto de universidad que nos enorgullece y que es la llave para una Entre Ríos y una Argentina más justa”, remarcó el decano, que se presenta como “un laburante de la universidad pública”.

Mientras la Ley de Bases, que obtuvo su aprobación en el Senado, genera muchísimas incertidumbres respecto al futuro de la educación pública en la República Argentina, miles de jóvenes, cada día, cada mañana, en distintos puntos de la provincia de Entre Ríos y en cada rincón del país, toman sus cuadernillos y van a la facultad con el anhelo de conseguir un título que les permita tener una vida digna y prometedora. Que esos anhelos se transformen en realidad depende de la perseverancia del pueblo argentino en la defensa de lo que le pertenece. 

“El rol del Estado es imprescindible para el sostenimiento de un sistema universitario, científico y tecnológico imprescindible para el desarrollo nacional. Ese ha sido el camino de los países más desarrollados del mundo e, históricamente, ha sido un motivo de orgullo para la Argentina. Las políticas educativas no pueden abandonarse por posturas ideológicas sesgadas de los gobiernos de turno, tienen que ser políticas de Estado. Por eso la marcha universitaria fue tan convocante y conmovedora, porque no sólo estuvieron allí estudiantes, autoridades, docentes y trabajadores, sino muchas familias que hacen un esfuerzo por sus hijos e hijas o ciudadanos independientes que ven en la educación pública superior gratuita un patrimonio de todo el pueblo”, remarcó Sattler.


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