GENEALOGÍA DE LA FRONTERA Y EL ENCIERRO

A PROPÓSITO DE CAUTIVERIO, DE CLAUDIA ALMADA

La actriz y escritora Claudia Almada acaba de editar su primera nouvelle, Cautiverio, con un hermoso diseño a cargo de la Editorial Palo Santo. Sin embargo, no se trata de su primera publicación artística. Con anterioridad vieron la luz los poemarios: Manjar, Samsara, Enraizar e Íntimo.

Texto: Juan Pablo Puentes | Fotografía: Luciano Peralta
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Recientemente, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dos obras de su autoría han sido llevadas al escenario: “Hotel de frontera. Tres historias de Amor” y “Todo es como en una obra”. Almada es Licenciada en Artes de la Escritura por la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y los primeros borradores de Cautiverio fueron escritos en la materia “Taller de géneros”, a cargo del escritor Juan Carrá.

La escritora trabaja una escena de encierro en un lugar ficticio de Entre Ríos en donde la frontera adquiere un significado polisémico. Por un lado, la frontera entre esta provincia, Uruguay y Buenos Aires; por otro lado, la frontera entre el adentro y el afuera, el lugar de quienes son dueños de sus propios cuerpos y de quienes son sometidos a una voluntad ajena.

Todo sucede en Tierra Alta, lugar ficticio en el que la actriz inscribe a sus personajes en una doble genealogía muy latinoamericana, que puede remontarse, en primer lugar, a la creación de pueblos en donde sucede la acción, como la Santa María de Onetti o el Macondo de García Márquez; en segundo lugar, a las historias de sujeción y violencia política que dan inicio a la literatura argentina, como por ejemplo La Cautiva de Echeverría. 

“Las 89 páginas de Cautiverio despliegan una poética del encierro y de la liberación en una zona fronteriza entre el lenguaje de Entre Ríos, las estéticas latinoamericanas y la contemporaneidad de miles de mujeres”

Claudia Almada ingresa en tal genealogía para reconfigurarla desde una estética en donde la lengua de la cautiva es fronteriza, es ficcional y sin embargo sus ecos retumban en nuestra cotidianeidad. El personaje principal de la nouvelle se llama Emilia, no tiene grilletes, pero puede escapar. Aquí, el lenguaje creado por Almada permite pensar qué es estar en una situación de sujeción. En ese sentido, las 89 páginas de Cautiverio despliegan una poética del encierro y de la liberación en una zona fronteriza entre el lenguaje de Entre Ríos, las estéticas latinoamericanas y la contemporaneidad de miles de mujeres.

Cautiverio será presentado en Gualeguaychú el sábado 15 de noviembre, a las 21.30 horas, en Librerío (Bolívar 393).