UN BANCO SIN BANQUEROS NI GANANCIAS

ECONOMÍA SOCIAL, POPULAR Y SOLIDARIA

UN BANCO SIN BANQUEROS NI GANANCIAS

Una vez más, en un contexto de crisis económica, la comunidad se organiza. Esta es la historia de Eco Banco.

Texto: Federico Peralta

|

Fotografía: Luciano Peralta

Como en toda crisis económica, en esta coyuntura, emergen distintos sistemas de organización para poder satisfacer necesidades básicas. Porque, claro, en las crisis económicas a buena parte de la población se le ponen en jaque algunos derechos básicos, como el acceso a la alimentación y al cuidado.

No pasó tanto tiempo de los años del trueque: esa memoria sigue vigente y en Gualeguaychú un grupo de vecinos y vecinas se pusieron a la tarea. Nos acercamos a conocer esta experiencia, que plantea, sin dudas, un gran abanico de posibilidades. Y de dificultades, también.

PROSUMIDORES, EL INICIO DE LA COSA

De la palabra se desprende su significado. Los prosumidores son personas que producen y consumen. Esa es una característica central de estos sistemas, porque requieren el ingreso regular y creciente de bienes y servicios para potenciar los intercambios. Desde esta lógica, se vuelve necesario que quienes consuman también produzcan.

Al Eco Banco lo definen como un banco sin banqueros y sin ganancias, y a priori parece una contradicción. La operatoria consiste en distribuir las monedas necesarias para poner en marcha transacciones de compra y venta. Al inicio, quienes participan de la feria “venden” o “depositan” parte de sus productos en el Eco Banco y reciben el equivalente en moneda social.


De esta manera entran en circulación las monedas con las cuales se empiezan a “comprar” productos o servicios entre los participantes. Luego de este intercambio, al final de la feria, quienes quedaron con monedas en sus manos (porque “vendieron” más que lo que “compraron”) las cambian en el Eco Banco por los productos depositados al comienzo.

Eso significa que, al finalizar, las monedas siempre vuelven al Eco Banco y éste entrega los productos previamente depositados, por el valor de las monedas que les quedaron. Cuando los “billetes” vuelven al Eco Banco se transforman en papel hasta la próxima feria, momento en que se volverán a transformar en moneda social, para continuar el circuito. El sistema empieza y termina en la misma feria, no hay circulación de la moneda social por fuera de ella. 

Estas iniciativas tienen historia. Incluso, una historia mucho más reciente que aquellos clubes del trueque de inicio de siglo. Durante el gobierno de Mauricio Macri emergió la Moneda Par, una billetera virtual para generar un sistema de intercambio. Esa billetera sigue vigente y en algunos lugares del país es el formato de uso para las ferias.

¿QUÉ SE HACE EN GUALEGUAYCHÚ?

“Lamentablemente la economía social, popular y solidaria sale a flote de una manera mucho más visible cuando arrancan estos procesos de crisis económica”, dice Alberto, una de las personas que se puso a la tarea. “Con un grupo de vecinos y vecinas de la ciudad veníamos hablando de la importancia de tener una moneda local y el contexto aceleró ese proceso, hoy nos encontramos llevando adelante la quinta feria y con una participación cada vez más importante. Se trata de un espacio de intercambio, de trueque, de soberanía económica; donde podemos demostrar que no necesitamos que el dinero sea creado por una figura central y externa, sino que nosotros mismos, en base a la confianza y a nuestra capacidad de producir, podemos intercambiar sin intermediarios. Es una forma de generar comunidad, de eso se trata”, sostiene.

Quienes organizaron la feria se venían contactando con nodos de este tipo en todo el país, para conocer sus experiencias y las formas de encarar el proceso. Esto encontró su primera síntesis el 1° de mayo de este año. “No hay plata, pero hay trabajo. Ese es el mensaje que queremos dar. Es decir, trabajo sobra, entonces si no hay plata, nos tenemos que poner a generar los mecanismos para instrumentar otros sistemas de intercambio. La perspectiva es la generación de comunidad a través de dar solución a las tensiones de trabajo y circulación de bienes y servicios. Resolver comunitariamente nuestras necesidades”, explica Alberto, con pausa didáctica. Y sigue: “También sería importante que se generen nuevos nodos en Gualeguaychú para que luego puedan vincularse. Y de igual manera, que permita el acercamiento con otros nodos tanto nacionales como internacionales. En este sentido, hemos estado en contacto con el nodo de Río Ceballos, Córdoba, y con nodos de la República Oriental del Uruguay, interesados en la experiencia de Gualeguaychú y en el armado de la red nacional e internacional”.

“La perspectiva es la generación de comunidad a través de dar solución a las tensiones de trabajo y circulación de bienes y servicios. Resolver comunitariamente nuestras necesidades”

¿QUIENES PUEDEN PARTICIPAR? ¿QUÉ LLEVO?

El espacio es abierto a quien quiera participar. En las ediciones previas ha habido personas de distintos barrios de la ciudad, al igual que la feria ha rotado de sede. También la participación se ha ido incrementando y eso entusiasma, pero también genera problemas y desafíos.

“Somos conscientes que el crecimiento de las ferias nos va a generar una serie de dificultades, pero esos son los problemas que queremos tener; ir creciendo, aprendiendo, porque tampoco es que somos expertos, fuimos aprendiendo en cada uno de los encuentros sobre cómo organizarnos mejor y cómo cada persona va tomando un rol para la construcción de este espacio. Se trata de que no sea ‘llevo mis productos, intercambio y listo’, apuntamos a la construcción colectiva. Y en eso, la participación en la toma de decisiones y la distribución de tareas son dos cuestiones importantísimas”, dice nuestro interlocutor.


En este sentido, es importante saber que muchas de las ferias se han estructurado en base a las tres C: comida, cositas y cuidados. Desde la organización del Eco Banco apuntan, principalmente, a la participación con alimentos, entendiendo que esto es lo que forma parte de las urgencias a atender. Los alimentos pueden ser de producción propia o no, más allá de que se fomente la misma. Pero también es evidente que para la producción se necesita materia prima, con lo cual circulan todo tipo de alimentos. También se puede llevar ropa, productos de limpieza, adornos y se está incursionando en los servicios. 

Por otro lado, en la medida en que los espacios de intercambio se fortalecen y se consolida el sistema, existen aplicaciones para hacer estos intercambios. Pero el Eco Banco no utiliza estos recursos, en Gualeguaychú construyeron una moneda local que bautizaron Yaguarí.

“Las perspectivas son muchas, pero entendemos que lo importante es ir despacio y a paso firme. Fortalecer la participación y la construcción democrática de consensos en base al proceso es lo que nos puede dar perspectiva y sostenibilidad”, cerró Alberto. La feria ya está por terminar.