A 100 DÍAS DE SU MUERTE

TRECE DÉCIMAS DE ADIÓS AL PAPA FRANCISCO

Aunque ya no esté en agenda el tema, siempre encontramos una excusa para seguir hablando del papa argentino. En la semana que termina se cumplieron los primeros 100 días de su paso a la eternidad. Lo que sigue: las rimas de Américo Schvartzman y el arte de Emiliano “Gurí” Pereyra.

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TRECE DÉCIMAS DE ADIÓS AL PAPA FRANCISCO

Se murió el papa Francisco 

y gran parte lo lloró:

el creyente y el que no,

el compasivo, el arisco

el devoto, el levantisco.

Y cada cual, a su modo, 

hará un balance de todo 

lo que dijo y lo que hizo,

lo que no pudo o no quiso,

…o lo tapará de lodo.

Es que se puede decir

que en el fondo (y en el frente)

su perfil no es diferente

a cualquier otro perfil:

todo el que muere al morir

parece que se mejora

como escribió antes de ahora

Borges para las seis cuerdas

y a menudo se recuerda

si a alguien le llegó su hora.

Para algunos será un santo,

pedirán que así lo nombren,

Para otros no más que un hombre

con su belleza y su espanto,

con sus risas y sus llantos:

es la humana condición.

Respeto la devoción

y al que tiene fe y pregona 

pero endiosar a personas

es solo superstición.

Y por eso yo no oculto

mi opinión si me la piden:

esos tipos que deciden

desde el púlpito y el culto

acerca de los asuntos

de los fieles que los siguen

(me parece) no perciben

que todo cambió en la Tierra

y anacrónicos se aferran

a ese pasado en que viven.

El que se fue, fue el mejor

en mi escéptica mirada 

de una muy larga camada

y cada Papa anterior

al que mires, fue peor,

por años luz de distancia.

Creo que en la “comparancia”,

con suerte hay un par que zafe:

se alojan en ese traje

milenios de intolerancia.

Igual no hay que exagerar:

este Papa era Bergoglio

¡y Bergoglio era Bergoglio!

No canchereo al rimar,

lo que quiero es señalar

que antes de su papado

no era más que otro prelado

conservador, de derecha

y fue en muy cercana fecha,

que hubo un cambio pronunciado.

Entonces dejó de hablar 

contra el matrimonio gay

dejando atrás que fue él

el que siendo cardenal

lo quería derrotar

por ser “un plan del Maligno”.

Y ese fue un cambio digno,

una gran innovación.

No sé si pidió perdón,

no importa. Fue todo un signo.

Tuvo además como papa

otros gestos elocuentes:

al fin escuchó a esa gente

que a lo ancho y largo del mapa

vio cómo la Iglesia tapa

en lugar de denunciar

ese delito brutal,

esa afrenta imperdonable,

que hace a tantos miserables

y eterniza la maldad.

Y dejó de proteger

como hacía siempre el clero

a sus miembros más rastreros

que ejercían su poder 

abusando al ejercer

su maldad e hipocresía:

la Iglesia los escondía,

ignoraba al humillado

y es inmenso ese listadode crüel pederastía. 1

También se puede anotar

que como Papa su voz

todo este tiempo se alzó

para hacernos recordar

que este mundo desigual

tiene recursos suntuarios

para evitar el calvario

de los pobres y humillados

y que el más grave “pecado”

es no hacer lo necesario.

La “casa común” cuidar,

eliminación de armas,

hacer caso a las alarmas:

solidaridad social,

renta básica global,

proteger la migración…

Todo eso no es religión,

es política y agenda

y, aunque alguno no lo entienda, 

un gran programa de acción. 

Por eso quien lo miraba 

sin ser parte de su fe

(me pasa a mí, no sé a usted)

en su palabra encontraba

los filos que no encajaban

en el consenso uniforme.

Y es una pérdida enorme:

como dijo Zigmunt Bauman

sin prejuicios y sin traumas,

fue voz de los disconformes.

No sé si habrá un Papa igual,

no creo en las profecías.

Nadie sabe qué vendría

porque destino no hay.

Lo importante es, al final,

que sus fieles no se queden

guardados entre paredes

sino que empiecen a actuar 

y lo hagan sin importar

quién esté en la “Santa” Sede.

1 No es un error: la diéresis en la u, indica en este caso, que se debe romper el diptongo, para que se lea “cru-el” en lugar de “cruel”.