TRECE DÉCIMAS DE ADIÓS AL PAPA FRANCISCO
Se murió el papa Francisco
y gran parte lo lloró:
el creyente y el que no,
el compasivo, el arisco
el devoto, el levantisco.
Y cada cual, a su modo,
hará un balance de todo
lo que dijo y lo que hizo,
lo que no pudo o no quiso,
…o lo tapará de lodo.
Es que se puede decir
que en el fondo (y en el frente)
su perfil no es diferente
a cualquier otro perfil:
todo el que muere al morir
parece que se mejora
como escribió antes de ahora
Borges para las seis cuerdas
y a menudo se recuerda
si a alguien le llegó su hora.
Para algunos será un santo,
pedirán que así lo nombren,
Para otros no más que un hombre
con su belleza y su espanto,
con sus risas y sus llantos:
es la humana condición.
Respeto la devoción
y al que tiene fe y pregona
pero endiosar a personas
es solo superstición.
Y por eso yo no oculto
mi opinión si me la piden:
esos tipos que deciden
desde el púlpito y el culto
acerca de los asuntos
de los fieles que los siguen
(me parece) no perciben
que todo cambió en la Tierra
y anacrónicos se aferran
a ese pasado en que viven.
El que se fue, fue el mejor
en mi escéptica mirada
de una muy larga camada
y cada Papa anterior
al que mires, fue peor,
por años luz de distancia.
Creo que en la “comparancia”,
con suerte hay un par que zafe:
se alojan en ese traje
milenios de intolerancia.
Igual no hay que exagerar:
este Papa era Bergoglio
¡y Bergoglio era Bergoglio!
No canchereo al rimar,
lo que quiero es señalar
que antes de su papado
no era más que otro prelado
conservador, de derecha
y fue en muy cercana fecha,
que hubo un cambio pronunciado.
Entonces dejó de hablar
contra el matrimonio gay
dejando atrás que fue él
el que siendo cardenal
lo quería derrotar
por ser “un plan del Maligno”.
Y ese fue un cambio digno,
una gran innovación.
No sé si pidió perdón,
no importa. Fue todo un signo.
Tuvo además como papa
otros gestos elocuentes:
al fin escuchó a esa gente
que a lo ancho y largo del mapa
vio cómo la Iglesia tapa
en lugar de denunciar
ese delito brutal,
esa afrenta imperdonable,
que hace a tantos miserables
y eterniza la maldad.
Y dejó de proteger
como hacía siempre el clero
a sus miembros más rastreros
que ejercían su poder
abusando al ejercer
su maldad e hipocresía:
la Iglesia los escondía,
ignoraba al humillado
y es inmenso ese listadode crüel pederastía. 1
También se puede anotar
que como Papa su voz
todo este tiempo se alzó
para hacernos recordar
que este mundo desigual
tiene recursos suntuarios
para evitar el calvario
de los pobres y humillados
y que el más grave “pecado”
es no hacer lo necesario.
La “casa común” cuidar,
eliminación de armas,
hacer caso a las alarmas:
solidaridad social,
renta básica global,
proteger la migración…
Todo eso no es religión,
es política y agenda
y, aunque alguno no lo entienda,
un gran programa de acción.
Por eso quien lo miraba
sin ser parte de su fe
(me pasa a mí, no sé a usted)
en su palabra encontraba
los filos que no encajaban
en el consenso uniforme.
Y es una pérdida enorme:
como dijo Zigmunt Bauman
sin prejuicios y sin traumas,
fue voz de los disconformes.
No sé si habrá un Papa igual,
no creo en las profecías.
Nadie sabe qué vendría
porque destino no hay.
Lo importante es, al final,
que sus fieles no se queden
guardados entre paredes
sino que empiecen a actuar
y lo hagan sin importar
quién esté en la “Santa” Sede.
1 No es un error: la diéresis en la u, indica en este caso, que se debe romper el diptongo, para que se lea “cru-el” en lugar de “cruel”.