Cuando le preguntaron a Charly García qué era el arte, él contestó (ocurrente como es) que era cagarte de frío. Más allá del juego de palabras (el-arte, helarte), creo que puede ser un poco eso. Y también, exactamente lo contrario: ¿cómo se debe sentir transmitir un mensaje que llegue al fondo del corazón de miles de personas, sabiendo que lo creaste sólo para expresar cómo te sentías?
Hace poco, Milo J, en “Esto es Fa” (programa de Streaming), describió la sensación de ser un artista: “es estúpidamente hermoso, es indescriptible. Es como si contrataras a un coro de miles de personas a cantar los estribillos que ya escribiste y volvés a acordarte de cuando estabas escribiendo ese tema en tu pieza”. Y ser cantautor debe ser un poco eso: sentirte abrazado por una multitud después de haberte cagado de frío, de hambre, de soledad.
La profesión de un artista (no como Milo J, que es un caso excepcional) es muy dura: ¿qué le dirías a tu hijo o hija si te dice que quiere ser cantante? Ya todos conocemos la famosa frase “te vas a cagar de hambre”, ¿no? Sin embargo, el camino de valorizar esta profesión (con un rol social, cultural y económico completamente infravalorado) es el que La Mala quiere tomar.
Por eso, esta entrevista a Rodrigo Ipperi tiene una relevancia superlativa: porque creo que, en palabras de él, “tenemos que cantar, y tenemos que demostrar que nuestro arte no es solamente para que la gente se mantenga distraída sino que también es para despertar y para abrazarnos en momentos de mucha desigualdad, de mucha falta de empatía, de mucho odio y de mucha desinformación”. Gracias por representar las voces de quienes no cantamos.
-Rodrigo, ¿qué función tiene el arte en la sociedad?
-Es una expresión humana que puede generar cambios significativos. Nace de lo más profundo, es noble, y no hace mal a nadie. En una sociedad como la que vivimos ahora, que está cargada de individualidades, de fragilidades, lo cual se transpone a lo emocional, donde hay poca tolerancia, y muy poca empatía, yo creo que el arte la vuelve más humana. También creo que el arte es sanador, es puro, pero también es trabajo, es dignidad. Sabemos que vivir en el arte, desde el inicio de los tiempos, no tiene peso de trabajo: es mal remunerado.
Soy de los que piensan que hay artes como personas en el mundo. Si me detengo en mi nicho que es la música, creo que tiene muchas aristas. Primero desde lo formativo: es un arte en el que se necesita de un estudio constante, que son horas de formación, inversión en el lenguaje, tomar diferentes profesores, y desde lo turístico es un gran motor. Genera mucha fuente de trabajo. Por ejemplo, si vas a un restaurante y hay música, te quedás, y si la música está buena, volvés. Los festivales, ni te digo, porque no son solamente lugares de recitales o de gasto de plata, sino que ahí se concentra la idiosincrasia del pueblo, con los artesanos, con sus comidas, las costumbres, como llevarse la reposerita y sentarse. Creo que son cosas que le vuelven atractivo al pueblo, a la sociedad, y que eso hace que muchos vecinos (y no tan vecinos) se acerquen.
“En una sociedad como la que vivimos ahora, que está cargada de individualidades, de fragilidades, lo cual se transpone a lo emocional, donde hay poca tolerancia, y muy poca empatía, yo creo que el arte la vuelve más humana”.
Muchos los que lo vemos, pero siento que ahí hay diferencia muy grande con quienes piensan “el que tiene plata para pagar un recital, que lo haga, y el que no, bueno, que se joda”. Eso me parece grave, porque el arte y la música son motores económicos que suman, y que por lo menos en nuestra ciudad lo vimos. Por ejemplo, la Fiesta del Pescado y el Vino, no era solamente para ver artistas, sino que vimos cómo los puestitos de que vendían artesanías se llenaban de ventas, así como los que vendían comida, los que vendían bebidas, y eso era un gran motor.
-¿Qué relación le encontrás con la política?
Toda acción es política. Si podemos hablar de una frase, creo que el arte es política y la política es un arte. Si nos centramos en el hecho artístico, en la expresión, creo que resume sentir las vivencias que desea exponer ese artista, y que esa exposición tiene ideas, tiene contenido, que busca empatizar y que busca que al otro que lo está percibiendo le guste. Y si eso lo llevamos al tramo político, lo mismo hace un dirigente, ¿no?
-En tu actualidad, ¿qué tanto importan las cuestiones políticas?
En la actualidad sucede algo complejo: el arte ha virado a lo simple, en todos los aspectos: de contenido, de contexto sonoro, melodía, armonía, y todo lo que tiene que ver con la escuela musical. Pero, ¿viste que hay un dicho que dice ‘podrán cortar todas las flores pero no podrán parar la primavera’?, bueno, yo creo que las ideas vuelven a aparecer, empiezan a aparecer los mensajes necesarios para el pueblo. Fenómenos como Milo J, Wos, Trueno, como es la Ferni también en el palo del folclore, son expresiones que nos interpelan, ¿y sabés por qué? Porque se animan a decir, y buscan todas las formas que tienen para hacerlo. Lo hacen mostrando su ser, lo hacen desnudándose, y nos interpelan porque es gente contemporánea, que tienen nuestra edad (o son más chicos), y uno está acostumbrado a ver artistas denunciantes en otras épocas, en épocas oscuras. Creo que uno, en el fondo, no quiere volver a esas épocas, y como que en cierta manera se hace el que mira para el otro lado, y creo que la cosa, en situaciones como las que estamos viviendo ahora, se está volviendo a oscurecer.
“¿Viste que hay un dicho que dice ‘podrán cortar todas las flores pero no podrán parar la primavera’?, bueno, yo creo que las ideas vuelven a aparecer, empiezan a aparecer los mensajes necesarios para el pueblo”.
-¿Qué opinas de Milo J?
-Lo respeto mucho. A algunos de estos artistas de su estilo no los escucho, pero me parecen fenómenos sumamente interesantes. Creo que todos los artistas y las artistas nos ponemos en lugares donde nos podamos vender, y eso está buenísimo, porque también hay que quitar este tabú. El arte es trabajo, y el arte se vende, y uno tiene que venderse. Pero vivimos en un momento en el que hay mucho silencio, y artistas como este pibe que tiene 18 años, que apuesta a hacer un show en un espacio como el de la memoria (un tema aparte: la memoria nos tiene que interpelar y nos tiene que abrazar a cada uno de los argentinos, tener memoria es no volver a la tormenta que nos llevó, una tormenta de sangre, de asesinato planificado, de desaparición, la memoria no es una cuestión política partidaria, sino es una cuestión política humana y de buena gente), es un acto de valentía y coraje que tuvo este pibe. Reunir 20.000 adolescentes, de los cuales algunos habían acampado en un espacio de la memoria, creo que eso fue sumamente interesante. Pero hubo una búsqueda de censurar o invisibilizar el contenido. Pero es lo que decía: podrán cortar mil flores pero no podrán parar la primavera, y creo que cuando empiezan a transmitir estas ideas intentan cortarlas de algún lugar, pero bueno, van surgiendo de otros lugares y eso es sumamente necesario e importante.
-Lali ha recibido muchas críticas por parte del presidente, ¿qué opinas de eso?
-Ella hace algo muy piola, que es no responder con palabras sino con su arte, con su música, con su expresión, con su lenguaje. Es muy interesante y creo que ahí es donde tiene que volver a gestarse la batalla cultural. En gobiernos que provocan, odian, hay que cantarles, hay que mostrarles la pureza del arte y el valor de la palabra. Creo que eso es sumamente importante.
“En gobiernos que provocan, odian, hay que cantarles, hay que mostrarles la pureza del arte y el valor de la palabra“.
-Se sumó María Becerra, tras realizar una colecta por los incendios del bolsón… ¿Cómo crees que afecta a los artistas que un presidente (y sus seguidores) los ataquen vía redes, por ejemplo?
-Lo que está pasando en la Patagonia es sumamente preocupante y vergonzoso porque mientras nosotros vemos como se incendia todo, no hay ni siquiera palabras de acompañamiento por parte de nuestros representantes. Javier Milei es el representante que votó la mayoría del pueblo, y yo soy de los que aman la democracia y creen que el pueblo siempre tiene la razón y que tenemos que honrar la democracia. Pero, ¿honrar la democracia significa que uno tiene que aceptar todo?
¿Qué pasaría si otro gobierno otro político estuviese gobernando? ¿Pasaría este silencio social? No lo sé, pero es una pregunta que me hago porque creo que en muy poco tiempo vamos a ver por qué es necesario un estado presente, que pueda abrazarnos a todos. Como te decía anteriormente, el pensar en “que se joda que no puede pagar”, me parece de un grado de maldad absoluta. Como artistas tenemos que decir, tenemos que cantar, y tenemos que demostrar que nuestro arte no es solamente para que la gente se mantenga distraída sino que también es para despertar y para abrazarnos en momentos de mucha desigualdad, de mucha falta de empatía, de mucho odio y de mucha desinformación.