El mercado que todo lo regula

EL MEGA DECRETO DE MILEI

El mercado que todo lo regula

El martes por la noche se organizó en la seccional de AGMER una charla titulada “Las medidas económicas de Milei y su impacto en la clase trabajadora”. Fue dictada por el docente Miguel Angerosa, con quien hablamos.

Texto: Laura Rothberg

|

Fotografía: Joaquín García

Faltaban exactamente 24 horas para que el electo presidente de la nación, Javier Milei, anunciara, mediante un decreto de necesidad y urgencia, el paquete de medidas destinadas a desregular la economía argentina. En el aula pequeña de un edificio ubicado sobre calle Ituzaingó un grupo de personas se juntó a debatir y pensar acerca del impacto que traería para la clase trabajadora la política económica de Milei. Desconocían aún la magnitud, la crueldad y el despotismo que el presidente de todos los argentinos y las argentinas podría mostrar en tan sólo 20 minutos por cadena nacional.

BASES PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA ECONOMÍA ARGENTINA

Con ese título Javier Milei condensó en más de 300 artículos lo que será parte de su plan económico para la Argentina. Mediante una cadena nacional y en menos de 20 minutos, el presidente de la nación rodeado de sus ministros, presentó el mega decreto de necesidad y urgencia por el que se derogan la ley de alquileres, la ley de tierras, la ley de fuego, la ley de góndolas, entre muchas otras, y con el que se busca imponer una reforma laboral que barre con derechos esenciales para trabajadores y trabajadoras en nuestro país.

En Gualeguaychú, el integrante de la mesa local de la CTA, docente y contador Miguel Angerosa, brindó una charla cuyo objetivo fue delinear algunas ideas acerca del impacto que las medidas económicas de Javier Milei y sus secuaces, Toto Caputo y Federico Sturzengger, podrían tener en los sectores trabajadores.

Entendiendo que “toda economía es política” y haciendo foco en el hecho de aceptar que Latinoamérica ha sido desde siempre un territorio en disputa, Angerosa compartió más de dos horas de análisis de la situación local y global en materia de economía. Desde La Mala estuvimos presentes y charlamos con él, desconociendo aún la profundidad de lo que serían los 366 artículos del DNU que estaba apenas por salir.

Entender la nueva Argentina, inaugurada el 10 de diciembre, movilizó a los trabajadores y trabajadoras que concurrieron a la charla

-¿Cómo crees que van a impactar las medidas económicas del gobierno de Milei en la clase trabajadora?

-Muy negativamente porque la devaluación del 118 % en el precio del dólar oficial automáticamente se trasladó a los precios, generando inflación que reduce sustancialmente el poder de compra del salario y de los ingresos de todas las personas que tienen un ingreso fijo mensual en pesos. Es decir: obreros, empleados, jubilados, pensionados, beneficiarios de planes sociales, etc.

-¿Cómo pensás que van a llevar adelante un plan económico de ajuste?

-Lo va a llevar adelante sin contemplación ni compensación (política de shock) hacia los sectores populares que son los más vulnerables económica y socialmente.

-¿Qué pensás de la idea que se ha instaurado últimamente sobre el hecho de que vamos a tener que ajustarnos seis meses pero después va a venir el crecimiento? ¿Es posible? ¿Qué implica «ajustarse»?

-Nunca he visto en mi vida que para vivir mejor en el futuro debamos vivir peor en el presente. Lo que llaman “ajuste” es una brutal transferencia de ingresos y riqueza de los sectores asalariados y capas medias hacia los sectores dueños del capital concentrado, que constituyen la base del poder real en la economía, que deciden sobre la orientación de la política económica, las medidas y la utilización de herramientas fiscales y monetarias en línea con el objetivo citado.

-Pensás que las medidas de Milei tienen un impacto más fuerte en las llamadas «clases trabajadoras»? ¿Hay algún tipo de contención para los sectores más vulnerables?

-El impacto mayor es en el sector de asalariados, personas desempleadas, subempleadas y en las micro y pequeñas empresas de todos los rubros. Las medidas de contención se reducen a seguir con los planes de asistencia vigentes, sin aumento real de ingresos en relación a la inflación, a fin de evitar conflictos, protestas, movilizaciones y luchas que pongan en cuestión la orientación política adoptada oficialmente. Pero no lo van a hacer, como se observa en las medidas tomadas.

Miguel Angerosa es contador y docente, uno de los que se destacan por su capacidad pedagógica al momento de explicar las complejidades de lo económico

-¿Puede crecer la economía de un país sin que este crecimiento se vuelque a los sectores trabajadores?

-El concepto de crecimiento económico es un indicador exclusivamente cuantitativo (no cualitativo) que se da por el mero aumento en el valor del Producto Bruto Interno (valor en términos monetarios de los bienes y servicios en una economía en un período dado). No hace referencia a la forma en cómo se distribuye y no es un indicador de calidad de vida, como sí lo es el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por las Organización de Naciones Unidas (ONU) que combina lo económico con indicadores de salud y de educación. Por esta razón es que puede haber crecimiento económico simultáneamente con una distribución inequitativa de la riqueza y los ingresos. En cambio, el concepto de desarrollo económico es de tipo cualitativo, porque a la par de observarse un crecimiento, éste debe ser distribuido más equitativamente, con más democracia económica y social y sin comprometer el poder de decisión nacional (desarrollo con justicia social e independencia). Debe tener como consecuencia un aumento en la participación de los asalariados en el ingreso nacional.

NECESIDAD Y URGENCIA … PARA LOS SECTORES MÁS RICOS DEL PAÍS

Una cosa que queda clara, al menos al leer las primeras 30 medidas del mega DNU, es que a pesar de que su justificación se debe (en palabras textuales) a: “Que la República Argentina se encuentra atravesando una situación de inédita gravedad, generadora de profundos desequilibrios que impactan negativamente en toda la población, en especial en lo social y económico”, la mayoría de las propuestas no parecen buscar una mejora para los sectores afectados, sino más bien todo lo contrario.

Hay algo que reconocerle al reciente presidente, y es que no mintió. Durante (casi) toda su campaña, Milei dijo que venía a generar las condiciones para que el crecimiento del país se diera a través del mercado. Lo que tal vez no explicó es que ese crecimiento sería para las grandes empresas y los sectores más concentrados. Y es que para Milei y su equipo la economía tiene que estar regulada entre privados, la intervención del Estado para un liberal extremo como él, representa una de las barreras por las que los países no pueden crecer.

Con esto en mente es fácil pensar que este paquete de medidas está destinado justamente a achicar a lo mínimo posible la regulación del Estado. La mentira, el error, la crueldad, lo obtuso, es creer que la economía (el mercado), a pesar de los miles de ejemplos que nos ha dado la historia a lo largo y ancho del mundo, sea un sistema justo para regular las relaciones entre las personas. Y lo que Milei siempre propuso, desde el día uno de su campaña, es justamente esto: que sea el mercado el que regule el precio de los alquileres, que sea el mercado el que regule el precio de los medicamentos, que sea el mercado el que regule el precio de los insumos para hospitales, que sea el mercado el que regule el precio en los supermercados. Y finalmente que el Estado sea un mero instrumento del mercado, regulando por ejemplo leyes laborales en favor de los empresarios y en detrimento de trabajadores y trabajadores.

Quedará por ver si las cacerolas que horas después del anuncio del mega DNU comenzaron a sonar en diferentes partes del país son representativas de aquéllos y aquéllas que lo votaron con la esperanza concreta y real de que el mercado pueda ordenar un país en favor de las clases trabajadoras.