LA CALLE, OTRA VEZ LA CALLE
DE REGRESO A OKTUBRE
Tras el anuncio del paro educativo para la semana que viene y una nueva movilización federal, Valentín Freri mixtura su praxis de estudiante movilizado en defensa de sus derechos y el arte que lo convoca, tanto la política.
Hoy, jueves 19 de septiembre del 2024, la lluvia agrupa la tristeza por el suelo, ayer, nuevamente se anunció un paro nacional educativo para el 26 de septiembre y una nueva marcha federal universitaria con movilización al Congreso de la Nación para el 2 de octubre.
De fondo está sonando Ya nadie va a escuchar tu remera de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y comprendo que no es casualidad.
Esto es efímero, ahora efímero, como corre el tiempo…
Pasaron cinco meses de una jornada multitudinaria, en la que se congregó en todo el territorio nacional una bestial manifestación y desde abajo por la defensa de la educación pública.
Hace unos días, el Senado logró sancionar la Ley de Financiamiento Universitario, que actualiza las partidas presupuestarias para cubrir el financiamiento justo y pretendido por la comunidad educativa. Aunque el presidente Javier Milei anuncio, a través de Twitter, quela vetará, como lo hizo con la reforma jubilatoria.
Nuevamente una impostura del mandatario permitirá la articulación de un abanico amplio de sectores del pueblo, que buscaran visibilizar, como sucedió el 23 de abril, las injusticias de un gobierno que propuso el sacrificio de la casta y lo generalizó a los más débiles, de forma tiránica y desoladora.
Sabemos que…
Nadie es capaz de salvarse solo, que la exaltación de la individualidad es un elemento de época y un fiel arrebato del destino que nos trajo el neoliberalismo más repulsivo.
Pero, como preludio de lo que se vendrá, hay un tic tac efímero de corporalidades abrazadas por una causa, causa que convoca porque arrasa cada parte del proyecto de país que soñamos.
Como en gran parte del país, en abril pasado, la marcha federal universitaria convocó a miles de personas en las calles de Gualeguaychú
Entonces, la exacerbación del cansancio se expresa en las correntadas de los colmados, colmados por las fechorías de un presidente que, acorazado en sus fuerzas del cielo, hace y deshace a gusto. Esa embestidura que tiene que orientar las políticas para incluir, propiciar la movilidad social y permitir a sus ciudadanos desarrollarse, tiene hoy una autoridad que se sostiene en teorías filosóficas que amalgaman intereses propulsores de mayores desigualdades.
Ahora, en este día y cada día, como dice la canción, nuestro aliento vamos a proteger.
Y en la calle se propagará lo que tal vez muchos no quieren ver, como sucedió el 23 de abril: organización, cuerpos y explotación de los sentires.
Sentires varios, sentires que hoy son catapulta de proeza, producto del olvido de la política y su consuetudinario desprendimiento de lo que sus ciudadanos esgrimen como problemática en su cotidiano.
Si existe el divorcio de algunos sectores políticos con un horizonte emancipador para nuestra patria, como sucedió históricamente, el pueblo sabrá impartir el rumbo.
Esto es efímero, ahora efímero, pero te creo…