Construir memoria desde el aula

PUEBLOS ORIGINARIOS

Construir memoria desde el aula

Antes de hacer esta nota no tenía muy claro quiénes fueron los Chanás. Y seguramente haya lectores que tampoco. Los estudiantes de Quinto “C” del Instituto Malvina Seguí de Clavarino presentaron un proyecto en la Banca Abierta del Consejo Deliberante para que se conmemore su día. “Descolonizar la mirada”, de eso se trata.

Texto: Isidro Alazard

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Ilustración: Victoria Frigo

El pueblo Chaná habitaba originalmente nuestras tierras, antes de que llegaran los españoles. Los y las estudiantes se interesaron en esto gracias a la visita al Museo Almeida, donde conocieron los orígenes de la ciudad.

“Cuando fuimos al museo, Sheila, una de las guías, nos hizo el recorrido. Nos recibió muy amorosamente y nos invitó a conocer nuestros antepasados, los Chanás”, me cuenta Noelia Echeverría, la profesora que acompañó todo el proceso.

“A la hora de pensar a los primeros habitantes de estas tierras pensamos en los españoles, pero en realidad había gente que tenía creencias, cultura, un montón de cosas que tal vez vemos como salvajes, indios, aborígenes. Sheila nos fue contando leyendas, nos contó cómo vivían, con mucha pasión. Del pueblo Chaná es del que menos se habla: se habla más del Charrúa, del Guaraní, pero no del Chaná, que también habitó esta zona”, dicen los estudiantes que para armar el proyecto pusieron todas las decisiones importantes a votación. El ejemplo que ellos destacan es el día elegido para conmemorar la cultura Chaná: el 26 de marzo.

Descolonizar la mirada es poder reconocer los vículos de solidaridad y amor que la cultura Chaná consolidó antes de ser avasallada por la llegada europea

Para decidir sobre esta fecha fue necesario descartar algunas opciones, por ejemplo, el día en que falleció Manuel Almeida (quien no es chaná, pero dedicó más de cuarenta años a la investigación arqueológica de Gualeguaychú). Sin embargo, se quedaron con una fecha en particular: el día en que se presentó “La Lengua Chaná: Patrimonio Cultural de Entre Ríos”, un libro que recopila la historia del pueblo y, a su vez, contiene un diccionario bilingüe.

Uno de los autores del libro fue Blas Jaime, conocido como el último Chaná de sangre, de vital importancia para confeccionar el diccionario. Es que la historia era contada de madres a hijas, pero al darse cuenta que no se encontraban otros Chanás, Blas decidió funcionar como “guardamemorias”, como contaron los y las estudiantes.

Al elegir esa fecha, se encontraron con que era muy cercana a otra fecha: el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Y no estaba seguros si convenía que dos efemérides quedasen tan cercanas. Votación mediante, se decidió que sí, con una justificación sencilla pero muy acertada, los puntos en común que tienen ambas fechas: “Los desterraron, les quitaron la esencia de la cultura, fueron tratado como cosas. Tenemos que recordar esa memoria de lo que es parte de nuestros orígenes”, explican.

“Eran un grupo de personas que se manejaban a través del amor, del cuidado del medio ambiente, del cuidado a la mujer”

Pero, ¿por qué es necesario un día? “Para que se los reconozca, que se trate de una efeméride más. No tiene que ser un pueblo olvidado, no tiene que ser pasado por alto que nuestras tierras fueron habitadas por otras personas. Mucha gente no los conoce y son nuestros antepasados en estas tierras. Cuando pensamos en aborígenes, pensamos en personas salvajes, sin educación, de mala manera. Se trata de humanizarlos: eran un grupo de personas que se manejaban a través del amor, del cuidado del medio ambiente, del cuidado a la mujer. Cosas que ni siquiera hoy en día se ven en muchos casos, era súper lindo cómo vivían”.

“No tiene que ser pasado por alto que nuestras tierras fueron habitadas por otras personas. Mucha gente no los conoce y son nuestros antepasados en estas tierras”

Durante la charla, los estudiantes nombraron a Victoria Frigo, una dibujante (autora de las ilustraciones de esta nota) que conocieron gracias a su arte: “ella dibujaba escenas del día a día de ellos, lo que nos permitió verlos en su vida cotidiana, no como ‘salvajes’, como aparecen en los libros. Esto nos acerca a ellos”. Pero me advirtieron: “las imágenes de los libros están bien, porque son las que nos dejaros los colonizadores. Los Chanás deben haber estado en posición de guerra, como el resto de los pueblos originarios, porque estaban defendiendo donde vivían. No era normal que les quieran quitar sus tierras, no era su vida diaria. Pero, en el cotidiano eran padres, abuelos, hermanos y amigos, eran como nosotros. Es un gran desafío, incluso hoy, humanizar al pueblo originario”.

“Para nosotros, ya el hecho de sentir que tenemos voz en esto significa sentirnos interpelados. Nos hace creer que algo que se habla en clase puede llegar a un poco más”

“Sabemos que una fecha conmemorativa no cambia la historia, pero es una forma de justicia intergeneracional, de traerlos al hoy. No nos tiene que encantar la cultura para defenderla, sino tenemos que resguardarla porque es parte de nuestra historia”, dice Noelia Echeverría.

“Humanizarlos, descolonizando la mirada, va a traer cualidades que son maravillosas, pero también otras que no están tan buenas, como lo humanos que somos”, concluyen los y las estudiantes. No sin antes destacar el rol de la profe Noelia: “este tipo de proyectos también dependen de la iniciativa del docente, cómo elige dar diferentes temas, qué días destacar del calendario. Para nosotros, ya el hecho de sentir que tenemos voz en esto significa sentirnos interpelados. Nos hace creer que algo que se habla en clase puede llegar a un poco más”.