¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!

CAROLINA AGUILAR: DE URDINARRAIN A LA CUBA DE FIDEL

Esta columna es en homenaje a una luchadora de las causas justas: Carolina Aguilar. Entrerriana, peronista, revolucionaria y cubana. Todo eso. Y mucho más.

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María Carolina Aguilar Ayerra, más conocida como “Ina”, falleció el pasado 12 de agosto en La Habana, a sus 90 años. Y merece su homenaje por su militancia y compromiso, su claridad y calidez. Pero también porque fue testigo y parte de la historia grande de nuestra América en tiempos en que las ideas de liberación y revolución no eran simples palabras, sino cauces para acción y el pensamiento, cuando nuestros pueblos avanzaban en su trabajosa tarea de arrancar las cadenas del imperialismo. Ina estuvo allí.

INFANCIA EN URDINARRAIN

Carolina nació el 14 de junio de 1935 en Urdinarrain, departamento de Gualeguaychú, Entre Ríos, en el seno de una familia trabajadora, en la que además se hablaba y se pensaba de política.

“Mi mamá era una admiradora de Evita. Ella decía ‘la vida por Evita’. Y, por supuesto, yo me hice peronista (…) Evita supo ser fiel a su origen. Fiel a su clase”, apuntó Ina, en una de las entrevistas brindadas posteriormente. 

A los 12 años vivió un hecho que cambió su vida y que, de alguna forma, preanunció la profunda ligazón de la realidad política con su destino. Lo que sigue son sus palabras, en el marco de una entrevista hecha para el documental “Evita y sus descamisadas” del Partido Justicialista de Urdinarrain, realizado por Julia Palmeiro y Ana María Delmonte: 

“En 1948 dicen que va a pasar por la estación un tren, un tren de salud, de atención social. Que iba hacia el norte, que no iba a para en Urdinarrain. Y yo me enloquecí, en mi casa queríamos ir todos a ver a Evita. Aunque sea verla de cerca. Yo fui con una compañera de escuela. Fuimos a la estación. Todos nos conocíamos. Y me dicen ‘si quieren ver bien a Evita, pónganse allá al final, donde dice Urdinarrain. Porque viene en el vagón trasero, tiene como una plataforma, y saluda a la gente. El tren no va a parar aquí, pero va a ir bien despacito porque tiene que echar agua’. O sea que los que sabíamos ese secretito nos fuimos al final. 

Yo le llevé una carta a Evita. Y voy con una suerte inmensa. Porque me pongo en la primera fila y Evita pasa y le digo: ‘Evita, tengo una carta’ y ella me dice ‘dámela’. Le daban un montón de cartas. Y en la carta yo le decía que mi familia era muy pobre, mi papá era camionero y nosotros éramos 10 hermanos; que yo quería estudiar, pero no podía. A los 15 días tenía la carta de Evita, de respuesta. Entonces me dio una beca para estudiar en Gualeguaychú”. Recordemos que por esos años en Urdinarrain no había escuela secundaria. Carolina pudo entonces estudiar en la Escuela Normal y se recibió de maestra. “Evita me abrió la puerta a la vida buena”, definió.

 Estación de trenes de Urdinarrain, en el departamento Gualeguaychú, Entre Ríos

SANTIAGO RIERA Y EL MOVIMIENTO 26 DE JULIO EN BUENOS AIRES

Dijimos que Ina era una de 10 hermanos. Sofía era la mayor y por los años 50 se fue a Buenos Aires a trabajar. Ingresó como enfermera pediátrica en la Fundación Eva Perón y, en ese contexto de intensidad política e inclusión de los trabajadores, se integró al Movimiento Justicialista. 

En 1955 un golpe de Estado derrocó al presidente Juan Domingo Perón e inauguró así la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, que persiguió y reprimió fuertemente al movimiento peronista. La Fundación Eva Perón fue naturalmente disuelta y Sofía fue una de las cesanteadas.

Luego pudo ingresar a trabajar al sanatorio de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) como enfermera profesional. En ese lugar, en el año 1958, Sofía conoció a un importante dirigente cubano que había llegado a Buenos Aires a fines del 1957. Se llamaba Santiago Riera Hernández y era Coordinador del Movimiento 26 de Julio en la Provincias de las Villas (Cuba).

El Movimiento 26 de Julio, vale aclarar, era el movimiento revolucionario liderado por Fidel Castro, que debía su nombre a la fecha del asalto al cuartel Moncada en 1953.

Riera había sido detenido en La Habana y sometido a brutales torturas. Aún era época del dictador Fulgencio Batista. Pero, gracias la intervención de las monjas Teresianas, Riera consiguió asilo en la embajada uruguaya y luego la salida del país.

De izquierda a derecha: Yolanda Ferrer Gómez, Vilma Espín y Carolina Aguilar

Tras pasar por Uruguay y Chile, llegó a Argentina, aún muy mal herido, con múltiples fracturas de costillas y fisuras vertebrales, resultado de las terribles torturas a las que había sido sometido por la policía cubana. En esa condición de salud llega a Buenos Aires y pronto encuentra ayuda y asistencia médica en el Sanatorio de la UOM, donde trabajaba Sofía. Ella los presentó. Santiago e Ina se conocieron y rápidamente formaron pareja.

Las hermanas se vincularon además al Movimiento 26 de Julio que se había organizado en Buenos Aires. En ese tiempo, la presencia de cubanos emigrados en Argentina era importante y entre ellos había personajes de renombre, como los poetas Nicolás Guillén y Rafael Alberti; también estaba Gustavo Castro, tío de Fidel. Al Movimiento 26 de Julio en Buenos Aires se había sumado también Ernesto Rafael Guevara, padre del Che.

Vida en cuba

El 31 de diciembre de 1958 Santiago Riera y Carolina Aguilar estaban en su casa de Avellaneda, junto con un grupo de argentinos y exiliados cubanos. Además de los tradicionales festejos de año nuevo, estaban reunidos para despedir a varios de ellos, que al día siguiente partían en tren hacia Bolivia, de allí a Caracas y finalmente a la isla, con el objetivo de reintegrarse a la lucha revolucionaria. Es en ese marco que por Radio Colonia de Uruguay dan la noticia: “el régimen de Batista ha caído”. 

A los pocos días, el reciente gobierno revolucionario a cargo de Fidel Castro envió un avión a Buenos Aires, especialmente para buscar a la importante cantidad de dirigentes cubanos exiliados en nuestro país. Un diario cubano del 9 de enero de 1959 decía:

“Traen de Argentina a rebeldes exiliados

Expresamente salió de esta capital un Súper G Constellation de Cubana de Aviación, rumbo a Buenos Aires, con el fin de trasladar al líder revolucionario del 26 de Julio Santiago Riera Hernández junto con varios exiliados más que se encontraban en esa capital”.

Cabe apuntar que a ese viaje se sumó la familia Guevara, para reencontrarse en el aeropuerto de la Habana con Ernesto, el Che. 

Carolina llega tiempo después, en marzo. Y se une con pasión al proceso revolucionario. 

En una entrevista que salió en el diario Perfil, en 2016, Ina Aguilar cuenta: “Luego de vivir juntos un año en Buenos Aires, momento que le dio la posibilidad de conocer diferentes dirigentes sindicales y la familia Guevara, nos fuimos a Cuba. Cuando Fidel comenzó con la organización del gobierno, se reunió con sus amigos y compañeros. Viajamos en marzo de 1959, junto a otros exiliados cubanos y la familia del Che. Jamás pensé el nivel de relaciones que tenía mi marido con Fidel. Fidel era del Partido Ortodoxo de centroizquierda y de la Unión de Estudiantes de Enseñanza Superior porque estaba estudiando abogacía en La Habana. Mi esposo también”.

Santiago Riera asumió como viceministro del Che en el Ministerio de Industria. Ina asumió también responsabilidades en la Revolución. Su experiencia política y social en el primer peronismo fue aprovechada inteligentemente por el Che, quien la nombró responsable de Capacitación Obrera en su Ministerio. 

Delegación de mujeres cubanas junto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la IV Conferencia Regional sobre la Mujer (septiembre de 2003). Carolina Aguilar, sobre el margen derecho

Luego sus intereses y sensibilidad la llevaron a la militancia ligada a las mujeres. “Fidel nos decía que la revolución no podía ser ni calco, ni copia. Sino creación heroica. A los pocos meses de estar en el poder, Fidel convocó a todas mujeres. Fidel, en medio de la revolución, empezó todo un proceso reflexivo de las mujeres”, contó en la entrevista con Perfil. 

Carolina se vinculará a Vilma Espín con quien trabajará temas relativos a la mujer y la revolución. Participa del proceso reflexivo convocado y encabezado por Fidel y Vilma sobre la situación y condición de la mujer, que antecede a la creación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). El agosto de 1960 es elegida para integrar la primera Dirección Provincial de La Habana. 

“En el 60 tuve mi primer hijo y en el 61 nació la segunda. Ese año inauguramos los primeros cinco círculos infantiles. Fidel nos decía que era necesaria la conciencia crítica para diseñar los planes que hacían falta. Nos dijo que la primera tarea era solucionar quién nos cuidara a los hijos: por eso abrimos círculos de cuidado. Fue una institución modelo de Cuba. Ni calco, ni copia”, agrega. 

Carolina integró tempranamente las Milicias Nacionales Revolucionarias, desde sus inicios; luego se sumó a las filas del Partido Comunista (PC) de Cuba y se constituyó en referente de las mujeres, que tomaron un papel imprescindible en el proceso revolucionario. 

En 1961 comenzó a editarse en Cuba la revista “Mujeres” y Carolina fue su primera directora. Además, en cuanto a su formación, continuó estudiando y se recibió de licenciada en periodismo. En 1978 contribuyó a la creación de la Editorial de la Mujer, siendo su primera directora. Carolina, esa mujer de nuestro sur entrerriano, representó internacionalmente a Cuba en foros y Conferencias de las Naciones sobre la Mujer, llevando la experiencia cubana al mundo.

En 1961 comenzó a editarse en Cuba la revista “Mujeres” y la entrerriana Carolina Aguilar fue su primera directora

ADIÓS DESDE ENTRE RÍOS

Ina siempre mantuvo relación con su familia y con Urdinarrain. En los últimos años estuvo mucho por aquí, participando en charlas y conferencias.

En noviembre de 2010, con Luis “Nene” Bredle y amigos músicos de Buenos Aires, hicimos un concierto en homenaje a Silvio Rodríguez, en el Centro Cultural Eppur Si Muove. Esa noche ella estaba en el auditorio, cosa que yo no sabía. Días después nos enteramos que, contenta por nuestro recital, Ina envió la noticia a su hija, Solange Riera, quien publicó una nota titulada “Jóvenes argentinos cantan a Silvio” en el diario cubano Granma del 12 de noviembre de 2010. Así supe de Ina y su historia.

Años más tarde tuve la dicha de conocerla y compartir alguna cena con ella y otros compañeros. Su calidez y su palabra clara y precisa inundaban el ambiente y encauzaba así a quien la escuchara hacia la reflexión profunda, con la misma paz de su convicción. 

Como dije, Carolina falleció el pasado 12 de agosto, en La Habana.

Carolina, peronista y marxista, entrerriana y cubana. Y, sobre todo, revolucionaria. Una revolucionaria nuestra, que hizo revoluciones dentro de la revolución.

¡Hasta la victoria siempre, Ina!

referencias

Delmonte Osvaldo, “Sofía Delia Aguilar y la mamá de Camilo Torres”.

Delmonte Osvaldo, “Santiago Riera y el Movimiento 26 de Julio en Buenos Aires”.

Grasso Agustina (24/12/2016); ““En Cuba, hicimos otra revolución de mujeres”; Diario Perfil. https://www.perfil.com/noticias/elobservador/en-cuba-hicimos-otra-revolucion-de-mujeres.phtml 

Pérez Leira Lois, (26/07/2021); “El Che Guevara y el movimiento 26 de julio en la Argentina”, Resumen Latinoamericano.

Agradezco a Adriana Grané, quien me compartió materiales y fotografías de Carolina.