El negocio de las drogas ilegales es tan grande y poderoso (tanto como el de las legales) que a veces, esos días de derrota, gana la certeza de que nada queda por hacer ante tamaño monstruo que devora la inocencia y la sonrisa, sin importar quién esté delante.
No hay novedad a la vista: la degradación avanza, a la par de la desesperanza y la falta crónica de políticas de Estado que atiendan semejante drama. Esta es, sin dudas, una de las grandes deudas de la democracia argentina.
Las familias desamparadas ante el infierno de las adicciones se multiplican como nunca antes y los esfuerzos personales y de organizaciones e instituciones, gubernamentales o no gubernamentales, suman, pero no alcanzan. Nunca alcanzan.
Proyecto UNIR es una idea (hoy hecha realidad) de Juan Pablo Massaferro, quien conoce bien el universo de un adicto: fue uno de ellos. Alguna vez, en una charla, me dijo que había resignificado su enfermedad transformándola en su proyecto de vida. Hoy conduce el centro terapéutico junto a un grupo de profesionales y trabajadores de Gualeguaychú. Esas palabras quedaron resonando en mí, será por la virtud de sacar luz de la oscuridad o por la idea de moldear nuestro destino, no lo se.
Lo cierto es que, como sucede con quienes caminamos más o menos para el mismo lado, hecha la propuesta de registrar testimonios que permitan visibilizar la problemática, la respuesta fue un sí rotundo. Lo que sigue es el resultado de una mañana de trabajo en Urquiza 435, donde funciona Proyecto UNIR y donde charlamos con Agustín, Mirta y Camila.
Sobre el testimonio de Agustín, que actualmente es operador socio terapéutico de UNIR, podría decir que su potencia es producto de que recoge muchos lugares comunes de quienes atraviesan o atravesaron las adicciones. “Somos de manual”, dice. Y habla de la soledad interna, del vacío irremediable, de las mentiras que tapan mentiras, del tocar fondo una y mil veces, de lo que perdió y que nunca recuperará, de los tratamientos, de la aceptación, del dolor y la muerte. Tópicos comunes al grueso de las personas que luchan contra el consumo problemático.
Sobre el aporte profesional de Camila no me atrevería a decir más que nadie sale de las adicciones sólo poniéndoles ganas. Como con cualquier enfermedad, el acompañamiento terapéutico-profesional es indispensable.
Y, con el relato de Mirta me pasó algo muy similar que con el de Agustín. Su historia es la de miles de madres, la de innumerables familias que padecen las adicciones, tanto o más que el propio enfermo. “No es vida”, dice, quien hace más de 20 años sufre el infierno de ver morir a su hijo de a poquito. En Mirta, las madres de todas las personas en consumo. Su testimonio es desgarrador.
Podría decir esto y muchísimo más sobre el tema. Pero, a riesgo de aburrir, prefiero que sean ustedes mismos quienes saquen sus propias conclusiones. El video dura menos de 22 minutos y, sinceramente, merece ser visto. Y lo merece por una elemental razón: nadie está a salvo de las adicciones. Ojalá sirva como granito de arena, al menos, para acompañar un debate serio y a la altura del problema. Como sociedad, también nos lo debemos.
captura de pantalla
por Tati Peralta
Mom (Chuck Lorre, Eddie Gorodetsky, 2013)
Una comedia que no le huye al drama. Christy es una madre soltera y exalcohólica que intenta recomponer su vida mientras lidia con su madre Bonnie, también una adicta en recuperación . La serie explora con humor ácido y momentos desgarradores temas como el alcoholismo, la adicción a las drogas, las recaídas y la redención . Lo que empieza como una sitcom tradicional se transforma en un retrato profundamente humano de un grupo de mujeres que se apoyan mutuamente en AA, mostrando que la recuperación es una batalla diaria y que la familia a veces se elige .
Clean and Sober (Glenn Gordon Caron, 1988)
Michael Keaton como nunca lo viste. Daryl es un vendedor de bienes raíces adicto a la cocaína y el alcohol que, tras robar dinero de su empresa y despertar junto a una mujer que sufrió una sobredosis, se interna en un centro de rehabilitación para esconderse de la ley . Lo que planea como un refugio temporal se convierte en un viaje brutal de autoconocimiento. Keaton ofrece una actuación descarnada y creíble de la negación y el dolor, mientras su personaje choca con un consejero interpretado por un sobrio Morgan Freeman .
Lluvia de jaulas (César González, 2020)
Un documental que sumerge en los márgenes. Desde una mirada interna y personal, González observa la vida cotidiana en las villas miseria de Buenos Aires (como la 21, 31 y «Carlos Gardel») . La película presenta, a través de un extrañamiento sistemático, un retrato sensorial de una realidad donde la precariedad, el crimen y las drogas son parte del paisaje diario . Lejos del sensacionalismo, «Lluvia de jaulas» sumerge al espectador en una inmersión que suspende el juicio y expone la compleja relación con el espacio, la lluvia y el cielo en un contexto de exclusión social
