¿Qué significa el 9 de julio en Argentina? ¿Qué es la independencia? ¿Cómo pensarla en los tiempos presentes? Son algunas de las muchas preguntas que nacen en fechas tan particulares como el Día de la Independencia.
Como el 25 de Mayo o el 20 de junio, en Pueblo Belgrano, en Gualeguaychú se da una celebración que distingue a la ciudad por su masividad y, sobre todo, por la participación activa de la comunidad.

Podríamos hablar de las miles de personas convocadas en la costanera por un desfile con entrada libre y gratuita. Podríamos hablar de las banderas celestes y blancas, alzadas, mirando al cielo. También podríamos hablar de los discursos de la política o del peso simbólico de este tipo de manifestaciones populares.
Podríamos tocar muchas aristas, pero, al menos para esta nota, me quedo con la comunidad, con la importancia de los espacios públicos compartidos, con la diversidad y la riqueza que conforman el nosotros gualeguaychuense, y entrerriano, y argentino.

“La verdadera patria del hombre es la infancia”, sostiene la frase que se le atribuye al poeta Rainer Maria Rilke. Pienso, además, que la patria es la comunidad, la de la infancia y la de ahora. La comunidad que nos rodea, la comunidad que nos hace vecinos, hermanos, amigos, compañeros. Esa comunidad que se expresa en cada escuela, en cada club, en cada iniciativa que trascienda lo individual, que crea un nosotros.
La patria es todo eso y mucho más, claro. También es la innegociable esperanza hacia el futuro, a pesar de todo. Por eso las familias acompañando el desfile, orgullosas, sacando fotos, tomando mates al sol.
Porque nos merecemos no tener que esperar a ser campeones del mundo en Qatar para sentirnos argentinos, para sentirnos orgullosos de sentirnos argentinos, además. Porque esa alegría está bien, pero es demasiado extraordinaria y nos queda medio lejos.
Pienso en lo más chiquito, en lo más terrenal. Pienso en el valor de sabernos junto a otros, cada día: en el trabajo, en la escuela, en el club, en la academia, en los espacios de recreación, en cada proyecto que nos trasciende.
Creo que eso expresó el desfile del 9 de julio: la patria de los comunes.

Eso fue el acto en la costanera: muchas personas comunes dando muestra de la diversidad de colores -en la que conviven el verde militar con la bandera del arcoíris- de la que Gualeguaychú, en todo derecho, puede sentirse orgullosa. Porque trasciende las divisiones ideológicas, o las contiene, mejor dicho.
Repensar la patria no es solamente poner en tensión la historia argentina, tan turbulenta como el presente, con lo que somos y con el siempre incierto futuro. Es, también, repensar nuestras rutinas, nuestros vecinos, nuestra comunidad.

“Esto no es solamente llevar una escarapela, esto es patria”. Las palabras se desprenden de una de las mujeres que acaba de desfilar. Y, quizá, resume mucho de eso que no se puede explicar muy bien con palabras, que se hace y que se siente no más.
De eso tuvo mucho el desfile del miércoles pasado.