De neutrales, escépticos y alegres suicidas

NADA ES LO QUE PARECE

De neutrales, escépticos y alegres suicidas

Un estudio científico revela una notable radiografía de la conducta de las personas de cara al balotaje según su accionar en las redes sociales. Aquí, en exclusiva, La Mala adelanta los resultados a los que arribaron: siete categorías bien diferenciadas.

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La Universidad Bob Hoskins (delegación Arroyo Ñancay) realizó un estudio interdisciplinario sobre la actuación de las personas en las redes sociales, en la Argentina, de cara a la segunda vuelta del 19 de noviembre, donde se definirá si el próximo Presidente de la Nación Argentina será Javier Milei (Dios no lo permita) o Sergio Massa (qué desgracia, pero bueno, es lo único otro que hay). El estudio fue cualitativo, sobre 222 casos. En él trabajaron equipos de investigadores en sociología, antropología, neurofilosofía y especialistas en esquizofrenias y otras patologías. De acuerdo al procesamiento de los datos, fueron caracterizadas siete grandes tipologías que describen las conductas analizadas. Aquí, de manera exclusiva, pasamos a compartir esa información con los lectores de La Mala.

Definidos psicopateadores-seriales

Ya definieron a quién van a votar, y lo militan con gran énfasis en las redes, casi como cuestión de vida o muerte, acusando a quienes no votan a su candidato de imbéciles descerebrados que no se dan cuenta de que el otro es un verdadero peligro para la patria o para la democracia. Así, se dedican a psicopatear a las demás personas imputándoles que, si no votan al que eligieron, ellas serán las causantes del colapso postrero de la nacionalidad argentina o de la muerte violenta de la democracia. Insufribles.

Neutrales vergonzantes

Son personas que en realidad querrían que gane uno de los dos postulantes, pero no se animan a decirlo, y por eso públicamente anuncian que votarán en blanco o que no irán a votar. Y quizás lo hagan, pero con el deseo inconfesable de que gane uno de los dos mamarrachos. Y no te dicen cuál, por supuesto.

Definidos escépticos-tolerantes

Ya saben qué van a votar, pero no se meten en discusiones. Quizás porque piensan que en una de esas el mamarracho que eligieron, en el fondo, puede ser tan malo como el otro. Por eso procuran no decir demasiado sobre el que votarán, pero eligen palabras medidas y explicaciones sensatas para argumentar por qué no votarán al otro. Pierden un montón de tiempo en eso. E igual nadie les da mucha pelota.

Neutrales neutrales-neutrales

Son quienes de verdad ven a ambos postulantes como espantos equiparables. Tienen un problema de percepción: no logran darse cuenta de cuál es peor. Defienden y militan el voto en blanco y se bancan esa postura (quizás la más difícil de todas) viendo con cierto asombro cómo los acusan de tibios y de no tomar partido. ¡Claro que toman posición! Una posición de mierda, pero posición toman.

Definidos mono-analíticos recientes

Son quienes hasta la semana anterior tenían millones de críticas hacia el mismo al que ahora van a votar, pero como decidieron que el otro es incomparablemente peor, eliminaron de sus mentes toda crítica que previamente le realizaran. De ese modo, y como producto de un curioso proceso de selección de contenidos cerebrales, ahora ven a su postulante hermoso y puro como un Ángel del Señor. Ya no encuentran en él ni un solo defecto de los que apenas días atrás les señalaban. Son esos que, como escribió Rodolfo Walsh, parece que no pudieran tener dos ideas en la cabeza al mismo tiempo. Un plomazo, bah.

Definidos realistas-escépticos

Ya saben a quién votar, no tienen dudas de que el peor es Milei (o Massa), pero no soportan que los que van a votar al mismo que ellos lo militen en las redes como si se tratara de Olof Palme. “No chiques, es Massa (o Milei). No es Olof Palme”, le repiten a sus oponentes naturales (que son los “definidos mono-analíticos recientes” de cualquier bando), como si a alguien les interesara su opinión.

Alegres suicidas

La última categoría es este gruplo particular: saben que Milei es el peor, saben que se le agregó Macri y por eso no hay manera de que sea peor, pero no solo lo votan, sino que se ufanan de ello, con argumentos del tipo excreto-universales (aquellos que se pueden resumir como “me cago en todo”), que se formulan a través de enunciados como: “Ma sí, lo voto al delirante de la motosierra y que se vaya todo a la mierda de una vez, si este país no tiene remedio”. Encima se creen ocurrentes.

Tal es la síntesis del detallado trabajo científico. El informe completo —muy concienzudo y serio como se puede apreciar— tiene 1.678 páginas y está a disposición de quienes deseen consultarlo en el repositorio web de la delegación Arroyo Ñancay de la Universidad Bob Hoskins. Es un verdadero orgullo poder ofrecerla en exclusiva a lectores y lectoras de La Mala.

De nada.