CUANDO LA VOLUNTAD NO ALCANZA

VENDER ROPA PARA SALVAR VIDAS: EL DRAMA DE LOS BOMBEROS DE CEIBAS

En la intersección de las rutas nacionales 12 y 14, en el partido entrerriano Islas del Ibicuy, los Bomberos Voluntarios de Ceibas se encuentran en una situación crítica. Son un cuartel clave para la seguridad vial, pero deben recurrir a rifas y ferias de ropa para poder subsistir.

Texto: Isidro Alazard | Ilustración: Diego Abu Arab
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El cuartel de Bomberos Voluntarios de Ceibas fue fundado en octubre de 1996 por un grupo de vecinos, entre ellos Marcelo Paredes, actual jefe del cuerpo activo. Su misión: responder a siniestros en una de las rutas más peligrosas del país, la llamada por entonces “Ruta de la muerte”. 

A pesar de los años, la realidad del cuartel es compleja: en abril pasado, se terminó la concesión de Caminos del Río Uruguay y con esto se perdió un financiamiento clave. Según los bomberos, el aporte de la empresa incluía combustible, el salario de cuarteleros y apoyo operativo. “Cuando se fue, nos quedamos sin ese aporte”, contó Paredes a La Mala

“En agosto llevé personalmente la estadística de los últimos años, los informes técnicos y un detalle de cada gasto a Vialidad Nacional. Les expliqué con claridad qué implicaba que no hubiera aportes: quién nos paga el combustible, quién cubre al cuartelero de guardia, quién garantiza que el teléfono esté activo cuando suena en plena madrugada. Pero hasta el día de hoy no tenemos una respuesta concreta”, aseguró. 

Con motivo de mantenerse en pie, los bomberos deben juntar fondos. Por eso, apelan a la solidaridad local y regional: venden rifas, organizan ferias de ropa (lo que permite “solventar los gastos mínimos, como teléfono y luz” y cubrir los sueldos de los cuarteleros) y organizan campañas para conseguir diferentes insumos. “Es una situación muy delicada que genera angustia”, reconoció el experimentado bombero. 

Las necesidades están a la orden del día. Recientemente, por ejemplo, se necesitaban seis neumáticos nuevos para la unidad de primera intervención, ya que debieron sacarla de servicio por seguridad. El costo total es de más de $1.300.000, una suma imposible para el cuartel. Afortunadamente, días después del lanzamiento de la campaña, una fundación donó las cubiertas. 

“Ceibas tiene cuatro mil habitantes y no podemos pretender que la gente cargue sola con un servicio que deberían garantizar los organismos responsables. La comunidad es generosa, siempre colabora, pero hay límites. Lo que estamos haciendo ahora es, literalmente, sostener un sistema de seguridad vial a partir de ferias, ventas, donaciones y actividades que nada tienen que ver con el trabajo de un cuerpo de bomberos”, relató Paredes. 

“No podemos pretender que la gente cargue sola con un servicio que deberían garantizar los organismos responsables. La comunidad es generosa, siempre colabora, pero hay límites”

Adicionalmente, los bomberos han hecho gestiones políticas, pero sin grandes respuestas. Se reunieron con autoridades provinciales y nacionales, incluso con legisladores, para exponer su caso. Por otro lado, el intendente local también expresó respaldo: según informó el municipio de Ceibas, colabora con el sueldo de uno de los cuarteleros para mantener el servicio. 

Hasta septiembre de este año, los bomberos contabilizaron 174 intervenciones, no solo siniestros, sino también emergencias e incendios. En cuanto a equipamiento, el cuartel cuenta con 13 unidades, cuatro equipos hidráulicos para rescate, tres motores de explosión y uno a batería. También hay buzos para rescates acuáticos, lo cual se vuelve clave en ese territorio.  

“Detrás de esta institución hay 34 personas —21 varones y 13 mujeres— que dejan trabajos, familias y descanso para salir a un incendio o un rescate. Lo hacen sin quejarse, sin preguntar si hay nafta o si alcanzan los recursos. Pero también son personas, y no podemos pretender que sostengan una estructura que debería tener respaldo institucional. El esfuerzo tiene un límite y estamos cerca de tocarlo”, advirtió Paredes.

“Lo que necesitamos es que nos devuelvan el apoyo que teníamos o que generen un mecanismo similar. Con eso, garantizamos equipamiento, combustible y personal. Es simple: si nos quitan ese respaldo, nos están quitando la capacidad de salvar vidas”

“Nuestra zona no es sencilla. Trabajamos en un área donde hay incendios de pastizales, siniestros viales de alta velocidad, rescates en zonas aisladas y, cada vez más, intervenciones en espejos de agua. Solo este año tuvimos entre seis y siete accidentes fatales que requirieron buzos especializados. Cuando la situación nos supera, tenemos que pedir buzos a Paraná o Campana, lo que demora todo. Ahí entendés por qué es tan importante tener el cuartel funcionando al cien por ciento”, remarcó Paredes.

El bombero dejó en claro que simplemente quieren algo que ya habían logrado: “Estamos pidiendo que reconozcan el rol que cumple este cuartel en la seguridad vial de una de las rutas más transitadas del país. Lo que necesitamos es que nos devuelvan el apoyo que teníamos o que generen un mecanismo similar. Con eso, garantizamos equipamiento, combustible y personal. Es simple: si nos quitan ese respaldo, nos están quitando la capacidad de salvar vidas”.

“No queremos dramatizar ni victimizarnos. Queremos que la gente sepa que estamos haciendo lo imposible para no bajar los brazos. Pero los bomberos de Ceibas no pueden depender de una feria de ropa para mantener operativo un cuartel que atiende emergencias todos los días. Necesitamos una solución estructural, y la necesitamos ya”, concluyó el experimentado bombero.